¡Saludos domadores!
Hoy les traigo una reseña muy especial, cargada con mucha ilusión y cariño. El libro que hoy les presento está basado (en su marco espacial) en mi tierra; y no es que yo sea muy terrenal o patriotica, pero me ha encantado que se basara no solo en una leyenda guanche, sino que tuviera lugar en diferentes islas.
¡Así pues vamos a empezar!
Título: La Leyenda de Gara y Jonay
Autor: Ismael Lozano Latorre
Editorial: Editorial Siete Islas
Precio: 16,95€
Gara siempre supo que su destino estaba ligado a la antigua leyenda guanche de la princesa de Agulo y el hijo del Mencey, sus suspiros pertenecían a un joven que no conocía pero que sabía que no tardaría en aparecer ¿Había un Jonay para ella o los príncipes azules sólo existen en las novelas románticas?
Dos amantes destinados a encontrarse, un amor prohibido, un final trágico que los persigue y del que desean escapar ¿Puede una leyenda guache cumplirse en el mundo moderno? ¿Es más fuerte el amor o la amistad?
Secretos y mentiras acompañan a Gara en este viaje a través de los paisajes y fábulas canarias. Vive la pérdida de la inocencia y recuerda lo que es enamorarte por primera vez.
¿Te atreves a reescribir la historia?
Si les soy totalmente sincera, no fue hasta este verano que conocí al autor Ismael Lozano. La editorial siete islas acababa de comenzar y me llamaba tanto que un nuevo proyecto literario naciera de la tierra que quise colaborar de todas las maneras posibles.
Todavía hoy, sigo muriéndome de ganas por leer «La Sirena de Famara» (que ya aparece en mi wishlist) y tras acabar con «La leyenda de Gara y Jonay» creo que voy a necesitar más dosis de este maravilloso autor.
Antes de comenzar con la reseña en sí de esta obra, quisiera aclararles el asunto de la «leyenda guanche». Desconozco si alguno de ustedes, mis queridos domadores, conoce algo de la historia típica de las islas Canarias.
Para poder adentrarles más en la historia, y que queden tan cautivados como lo estoy yo ahora, les voy a resumir la leyenda en la que está basada la novela.
Según la leyenda en la Gomera existían 7 lugares de los que emanaba agua mágica y cuyo origen nadie conocía. Estos siete «chorros», aparte de regalar virtudes, revelaban también si ibas o no a encontrar pareja. Si el agua era clara, el amor llegaría, pero si se enturbiaba, poco había que esperar. Se aproximaban las fiestas de Beñesmén y un grupo de jóvenes gomeras acudieron a Los Chorros de Epina para mirarse en él. Entre ellas se encontraba Gara, princesa de Agulo. Se asomó y al principio le devolvió una imagen tranquila y perfecta, pero luego surgieron sombras y comenzó a agitarse… Gerián, el sabio del lugar, le hizo una advertencia: «Lo que ha de suceder ocurrirá. Huye del fuego, Gara, o el fuego habrá de consumirte«.
En las vísperas de las fiestas, llegaron de Tenerife los Menceyes y otros nobles. El Mencey de Adeje venía con su hijo Jonay, quien era joven fuerte y apuesto. Gara no podía dejar de observarlo, y en cuanto sus miradas se encontraron, el amor los atrapó sin remedio. Poco después, aún en fiestas, su compromiso fue público. Pero he aquí que en cuanto se empezó a propagar la feliz noticia, El Teide, antes conocido como Echeyde (infierno), empezó a escupir lava y fuego, con tanta fuerza que desde la Gomera el espectáculo era aterrador. Recordaron el presagio dado a la inocente Gara, la princesa de Agulo era agua y Jonay, puro fuego, procedente de la Isla del Infierno… Aquel amor era entonces, imposible. Grandes males se avecinaban si no se separaban y por ello sus padres ordenaron tajantemente que no volvieran a verse. Ya apaciguado el volcán, y concluidas las fiestas, regresaron a Tenerife todos los visitantes, más uno se fue con el alma vacía y el pecho quebrado.
Cuentan que Jonay se lanzó al mar en medio de la noche, para nadar hasta su amada. Dos vejigas de animal infladas atadas en la cintura le ayudaban a flotar cuando las fuerzas se le agotaban. Larga fue la travesía y ya con las primeras luces del alba llegó a su destino. Furtivamente fue en busca de su amada, y al encontrarse, se abrazaron apasionadamente. Escaparon por los bosques gomeros y bajo un cedro se entregaron a la pasión y al amor. El padre de Gara, enterado de la huida de su hija, salió furioso en su busca. Los encontraron amándose, y cuando los jóvenes se percataron de su presencia, buscaron la única salida posible… Una implacable vara de cedro afilada, colocada entre ellos, uniendo sus corazones fue su aliado mortal. Mirándose a los ojos, se apretaron el uno contra el otro, traspasándose y dejándolos unidos para siempre.
Gara, princesa del agua, y Jonay, príncipe del fuego, dan nombre hoy a la cumbre más alta de la Gomera y al Parque Nacional de Garajonay.
Esta novela está escrita con mucho trabajo y mucha dedicación; y es posible apreciarlo por la manera en la que está narrada, lo cual permite en todo momento al lector ser partícipe del desarrollo de los personajes.
A nuestra protagonista, Gara, la conoceremos en su tierna infancia y poco a poco iremos viendo como crece hasta convertirse en una mujer joven y adulta. Con ella estará su inseparable amiga Itahisa, quien la ayudará a escuchar el sonido de la naturaleza y del bosque gomero. Juntas nos enseñarán los maravillosos paisajes y recovecos de una de las islas más espectaculares del archipiélago.
El hecho de conocer a estas encantadoras jóvenes desde pequeñas, nos hacen quererlas, entenderlas y emocionarnos con como su amistad va evolucionando con el paso del tiempo y de las páginas.
Túmbate en el suelo Gara – le ordenó con dulzura. La niña del vestido verde se encogió de hombros preguntándole el motivo.
– ¿No querías que te enseñara a escuchar la naturaleza?- Gara asintió y extendió su cuerpo sobre las hojas marchitas, Ithaisa se puso a su lado y ambas cerraron los ojos durante unos segundos.
– Me encanta este olor – comentó la hija de la cocinera-. El olor de la tierra húmeda, de los hongos, las raíces…
– Hace frío – protestó Gara al notal la humedad que emezaba a empapar su ropa.
– Ssshh, cállate y dime… ¿Qué oyes?
Gara callada, Gara en silencio, con los párpados bajados y concentrada en los ruidos del exterior. – Pájaros – contestó-. Oigo a los pájaros cantar.
Ithaisa le cogió la mano y se la apreto con fuerza. (…)
– Los sonidos que has identificado son los fáciles – le explicó Ithaisa-. Cualquier persona que le dedique un mínimo de atención puede oírlos ¡ Pero esas no son las voces de la naturaleza!
Los ojos oscuros de Gara se encogieron contrariados.
– Cuando escuches el bosque…, – comenzó a explicarle su amiga -. Recuerda que el Parque es un ser vivo, todas las plantas, las piedras y los animales forman un único ser que tiene alma, espíritu. La laurisilva puede sentir, suspirar, reír, llorar… ¡Esos son los sonidos que quiero que descubras!
– ¿Qué tonterías estás diciendo? – preguntó incrédula.
Ithaisa más decepcionada que molesta, agachó la mirada.
– Por eso no lo escuchas Gara – le contestó con tristeza-. No se puede oír a alquien si piensas que no existe.
¡Y las veremos amar! ¡Amar de verdad! Jonay es un personaje encantador. De los que no puedes evitar coger cariño y querer conocerle mejor. Me hubiese encantado poder profundizar mucho más en él, por todo el magnetismo que desprendía en la historia.
Sería mentirles decirles que esta preciosa historia no tiene amor. Sin embargo, y a mi parecer, aún basándose en una historia de amor y en la juventud de sus protagonistas, no resulta para nada apresurado ni incoherente.
Veremos sufrir, sufrir con pasión y otros tantos sentimientos en todos y cada uno de los personajes, que se irán entremezclando con los secretos y las leyendas que aguardan la naturaleza.
– Tienes que llevar un cuenco a los chorros de Epina – afirmó el chico recordando la leyenda – Si el agua permanece clara dentro de él significará que el amor va a entrar en tu vida, si se enturbia, que grandes desgracias están a punto de aparecer.
Gara, sin apartar la mirada del océano, continuó en silencio.
– ¿Harías eso por mí? – insistió.-
– ¿Y tú? ¿Vendrías a nado desde Tenerife con dos vejigas infladas para demostrarme tu amor?
Jonay se rió.
– ¿Necesitas pruebas para que te demuestre que me gustas? – le preguntó con sutileza y ella asintió – ¿No nos podemos saltar esa parte de la historia?- Y Gara negó con la cabeza.
El libro, a primera vista asusta por la cantidad de páginas y su grosor. No obstante la lectura es muy fácil de llevar y no se hace para nada pesada. El estilo del autor es increíble y su pluma se nota que a la par de ágil es muy enriquecedora. Además la división por partes y capítulos permite al lector saber en que punto de la historia se encuentra en todo momento.
Eso sí, debo recriminarle al señor Ismael Lozano los tremendos giros argumentales y la angustia tan terrible que me ha dado al acabar el libro. He llorado una barbaridad con el final de esta historia (aquí creando hype).
En resumen, La leyenda de Gara y Jonay, ha sido una lectura sorprendente, llena de magia y aventura, envuelta en un manto de misterio y romanticismo por la tierra y la naturaleza que extrañaba sin ser consciente de ello. Les aseguro que la lectura de esta historia les transportara a esos maravillosos paisajes de los que me siento afortunada de poder tener tan cerca.
¡Y hasta aquí la reseña de hoy!
Espero que les haya gustado y no olviden darle una oportunidad. Les aseguro que es una historia maravillosa.
¡Gordon Primulon, JT!
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