Me gustaría que licenciasen… Kyou no Kira-kun

¡Saludos domadores!

Ya iba siendo hora que estrenara sección, y que menos que con un manga. Hace mucho, mucho tiempo que no traía nada nipón por estos lares y no podía ser así.

Y el manga que me gustaría que licenciasen en España (a ser posible Ivrea ejm ejm) es…

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Titulo: Kyou No Kira-Kun

Manga: Mikimoto Rin

Género: Drama, Shoujo, Vida diaria

Año de publicación: 2011

Nº Tomos: 9 (Finalizado)

Okamura Nino es una muy chica extraña, que no habla con nadie en clase y siempre está sola. Bueno, no totalmente sola ya que en su hombro siempre lleva un pájaro llamado Sensei (maestro).
Nino arrastra un duro pasado que le hace sentirse vulnerable. Sin embargo su madre le ha pedido un inmenso favor: y es que tiene que «cuidar» a Kira Yuiji, uno de los chicos más problemáticos de su instituto y que al parecer  le queda poco tiempo de vida…

(perdón por esta cutre sinopsis, no encontré nada mejor y tuve que escribir una)

Antes de que me digan que es un TOPICAZO muy TÍPICO, tienen que dejar que me explique. Esta obra, a pesar de que tiene todos los elementos necesarios para parecer un cliché andante, es totalmente diferente a las que he leído.

La historia gira en torno a Okumura Nino, una protagonista con bastantes estereotipos «manga»: la chica rara de largo flequillo marginada. Y le añadimos de particular que tiene un pájaro en el hombro (creo que es una ninfa).

Todo cambia cuando su madre insiste en que tiene que hacerse amiga de su vecino, que a su vez es el chico más popular y problemático del instituto. Hasta aquí todo cliché.

Sin embargo creo que hay un punto de inflexión donde te sorprende y te llega a atrapar.

Para mí sin duda fue el personaje de Kira.

Es un joven de 16-17 años que se va a morir y no quiere.

Quiere tener amigos, vivir un romance, viajar, comer la comida más deliciosa del mundo…

No es un protagonista «manga» malote, con un secreto. Si no un adolescente normal y corriente. Con sus cambios de humor, su rabia, sus idas y venidas…

Algo que le agradeceré eternamente a su autora, Mikimoto Rin, es que haya sabido llevar esta historia por el buen camino, y no centrarse en una relación «chica simplona-malote de cuento».

La relación entre Nino y Kira se va desarrollando poco a poco, con las frecuentes trabas que nos podemos encontrar en un shojo, pero que de alguna manera no me hicieron sentir incómoda. Incluso muchas de ellas las consideré necesarias para que los personajes fueran cogiendo impulso.

Este manga desprende «adorabilidad» y ternura en todas sus páginas, siendo siempre la dosis exacta sin llegar a intoxicarnos con cursilerías (que no las hay). Y la trama aún en el tomo 9 sigue siendo como Nino y Kira afrontan la situación y sus problemas. Cosa que agradezco por que muchas veces las historias de este tipo se van por otros caminos que… En fin.

Me encantó totalmente la amistad entre ambos. No sé muy bien como explicarlo, pero en un comienzo se notaba que se hacían falta el uno para el otro, que se complementaban y necesitaban. Pero a medida que va evolucionando la historia, ellos mismos se dan cuenta de que no necesitan sentirse dependientes, que cada uno tiene que mirar por sí mismo y seguir su propio para poder ser felices los dos juntos.

(N8aya soltando rollos desde 160 a.C)

Me enamoré de todos y cada uno de sus personajes. Es un manga en el que su autora cuida mucho a los secundarios y nos permite conocerlos e interactuar mucho más allá que como simples complementos de la historia. Nos permite llegar a conocerlos, ver sus miedos, y su implicación en la trama no solo es fortuita si no necesaria.

Aunque sin duda mi favorito fue Sensei, el pájaro-amigo de Nino.

Sin duda creo que ha sido un factor muy original de la historia (no recuerdo en ningún shojo una mascota tan divertida y habladora) y sé que sin su aportación no me hubiese gustado tanto esta historia. Es como la «voz de la conciencia» de Nino, y uno de los pocos que conocerá sin juzgar a Kira.

El arte de la autora es increíble. No es solo que el dibujo sea bonito y preciso, sino la fluidez y la naturalidad de «los movimientos» de los personajes, que  hacían mucho más creíble la realidad de la historia (no sé si son palabras sueltas pero tampoco sabía como describirlo).

Un dibujo muy detallista a la par que sencillo.

Debo reconocer que me enamoró el estilo. Los detalles y el simbolismo que crea através de sus trazos.

Pero sobre todo por como fue capaz de llevar la historia hasta el final sin caer en las garras de la opinión popular.

Sin duda es un manga que me encantaría tener en mi estantería y que otros puedan conocerlo y disfrutarlo. Desde aquí hago un llamamiento para su licencia.

Espero y les esté gustando la nueva sección. Por mi parte no tengo nada más que añadir salvo:

¡Hasta la próxima, Gordon Primulon JT!